martes, 21 de marzo de 2017

VERGÜENZA Y ORGULLO


Llevamos un par de semanas en las que la Región de Murcia es noticia destacada en todos los telediarios y periódicos a nivel nacional con motivo de estar acusado de prevaricación, fraude y malversación en lo que se ha dado en llamar caso Auditorio, que afectan a la figura del Presidente de que en teoría representa a todos los murcianos. Ante esto, yo, como murciano que soy me siento avergonzado.

Porque, quien en teoría me tenía que representar, es motivo principal de escándalo, por ser el primordial encausado de este nuevo chanchullo en el que una vez más, nos están robando el dinero que es de todos para enriquecerse unos pocos. Y este “representante” de todos los murcianos nos está cubriendo con el manto de su falta de honradez, de su falta de escrúpulos al no cumplir con su palabra dada, llenándonos de vergüenza y siendo el hazmerreír de España, por lo que debe dimitir de una vez por todas, dejando de avergonzarnos a los murcianos al pensar que semejante individuo es nuestro máximo dirigente regional y portavoz de la región ante distintos estamentos nacionales e internacionales.

Porque de nuevo, un dirigente del PP, partido al que se le llena la boca de regeneracionismo y trasparencia, olvida las cosas que sucedieron bajo su mandato y responsabilidad, respondiendo continuamente al magistrado “no sé”, “no recuerdo” (esos casos de amnesia colectiva en cuanto pisan un juzgado se lo tenían que mirar) o el actual “eso es cosa de los técnicos”, como nuevo mantra, en sustitución de “eso lo llevaba mi marido”.

Además, resulta que el arquitecto del ya famoso Auditorio de Puerto Lumbreras, D. Martín Lejarraga, que cobró esta obra sin terminarla, dirigió también otras obras importantes como el Campus Universitario de Lorca, las rehabilitaciones del antiguo Hospital de Marina y del Cuartel de Antígones, el Museo y Centro de Arte de Blanca y bastantes obras más en toda la Región por un montante de 100.000.000 de euros. Eso es lo que se llama un buen amigo. Pero eso no es todo. Aquí en mi pueblo, en Cieza, también realizó la emblemática obra del Convento – Biblioteca, y elaboró un proyecto en el aparcamiento ¿municipal? de la Esquina del Convento, en el cual iban reflejados una zona wifi, una sala de estudio y una salida tapada a la esquina del Convento. Aquí también tenía amigos, por lo que se ve.

Para evitar seguir con esta situación, surge entre diversas organizaciones sociales y personas particulares la necesidad a nivel regional de demostrar que los murcianos ni somos así, ni estamos dispuestos a que semejante individuo nos represente para nada, evitando el escarnio a que estamos sometidos últimamente y se crea la Plataforma Anticorrupción de la Región de Murcia, que convocó una manifestación, a la que asistí, pensando que no seríamos muchos los asistentes. Pero mi sorpresa, y mi orgullo de ser murciano fue que éramos miles, con una numerosa representación ciezana, los que manifestamos nuestra repulsa y petición de dimisión a Pedro Antonio Sánchez, y que a pesar de las palabras de otro capitoste del PP, Martínez Maíllo de que “la sangre no llegaría al río en Murcia”, como si se estuviera representando una función teatral, los murcianos demostramos que somos gente digna, que queremos un Presidente decente que cumpla con su palabra y dimita librándonos del oprobio de estar representados por semejante personaje, incidiendo en el manifiesto final en lo indecente de la politización y manipulación judicial y defendiendo que la mejor arma contra la corrupción y la ignorancia es la democracia, la transparencia y la participación.

Antonio Segura Martínez. Militante de Podemos Cieza.

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