Hoy en día todo se compra y se
vende, nada está a salvo de las garras
del mercado: la salud, la educación, la cultura, el medio ambiente, los trabajadores, el agua, el sol, las
semillas, el genoma humano, la vida misma está en venta. Todo se reduce a
mercancía y la economía y la política están al servicio del mercado y no de la
ciudadanía. Somos rehenes de Europa y del mundo, no nos dejarán libres a menos
que paguemos la deuda, nos hemos convertido en su mercancía, tenemos un precio;
La Deuda. Prueba de ello es la reforma del artículo 135 de nuestra Carta Magna,
un engendro que nos pone una camisa de fuerza y que fue gestado y parido en
Bruselas a espaldas de la ciudadanía, con la complicidad de dos partidos PSOE y
PP, dos partidos que han modificado la Constitución sin un Referéndum, así por
las buenas, en tiempo record, con una sola excusa: La Crisis. La crisis que lo justifica todo y que ha
servido para que unos pocos se hayan enriquecido obscenamente y el resto la mayoría haya perdido casi todos sus derechos sociales, el cuento
del Lobo ha funcionado, el miedo ha entrado en estos últimos años en las casas
de los ciudadanos, el miedo a estar todavía peor.
La receta para salir ha sido recortar nuestros
derechos, al mismo tiempo que las grandes empresas aumentaban los suyos, las
desigualdades se han disparado hasta ser insoportables, hay una fractura
social, se ha quebrado el Estado Social y ha sido usurpado por un Estado
Neoliberal, que a algunos puede que les
suene bien, pero que se fundamenta en
tres peligrosos principios : Libertad de
inversión, libertad de movimiento de capital y libertad para vender cualquier
cosa en cualquier lugar del mundo. Me pregunto ¿dónde quedan las personas, sus
derechos sociales? ¿Qué mundo hemos
creado? ¿Qué mundo aspiramos a tener? ¿Qué estamos dispuestos a hacer los ciudadanos
para cambiar este mundo?
Las decisiones más importantes en política han
dejado de tomarse en el ámbito nacional para pasar al ámbito supranacional con escaso control por parte de la
ciudadanía, y por si fuera poco los partidos que nos han representado en las
últimas legislaturas mandan a un retiro dorado a sus parlamentarios como si de
un cementerio de elefantes se tratara, a menudo se reparten los cargos entre
familiares, se dejan engatusar por los grandes grupos de lobbies que
representan a las grandes multinacionales y las puertas giratorias cambian sus bisagras constantemente, sin
cesar.
En estos momentos se negocia a
puerta cerrada un tratado de libre comercio entre EEUU y la UE, el TTIP
(Acuerdo Trasatlántico para el Comercio y la Inversión), le llaman el tratado
vampiro (porque no se negocia a la luz)
y pretende poner a las grandes multinacionales por encima de la Soberanía
Nacional, nos están cocinando un nuevo orden mundial: primero las grandes
multinacionales, segundo las instituciones supranacionales (FMI, UE…) tercero
los Estados. Ya tienen la agenda establecida y juegan con las cartas marcadas.
Montesquieu en el siglo XVIII, ya
decía “Todo poder que no tenga límites,
no puede ser legítimo” es necesario poner límites y en consecuencia,
propone el reparto y la separación de
los tres poderes, Legislativo, Ejecutivo y Judicial. Conviene recordarlo ya que
el Gobierno de Rajoy no para de hacer incursiones en los otros poderes sobre
todo en el Judicial, haciendo que se tambalee, el necesario equilibrio de
poder. Y me pregunto cómo casa esto con la imposición de este nuevo orden
mundial en el que las multinacionales están por encima de todo? ¿Quién le
marcará los límites a su ansia voraz de obtener beneficios? ¿Soportaremos los
ciudadanos la gran regresión de los derechos sociales y laborales que nos
tienen preparada? ¿Soportará nuestro Planeta el saqueo, la destrucción y manipulación constante de los recursos naturales?
Estos son los grandes retos a los que nos enfrentamos,
nos jugamos mucho y necesitamos un gobierno fuerte que no se venda y que ponga
en primer lugar a los ciudadanos, necesitamos un gobierno de PODEMOS y es ahora, está en juego nuestro futuro y el
de nuestros hijos y nietos, paremos ese plan perverso ahora, otro mundo es
posible. Para terminar recuerdo las palabras de Sami Naïr, que me parece que
describen a la perfección el espíritu de PODEMOS
“Somos los hijos de un ideal igualitario,
democrático y tolerante de la humanidad y presentamos batalla por la dignidad
de los pueblos, por el respeto a la diversidad cultural, por el cumplimiento de
los derechos de las personas, por las directrices que guían no solo nuestro
comportamiento, sino más aún nuestro pensamiento”.
ANTONIA MARTÍNEZ MORENO.