viernes, 6 de noviembre de 2015

EL GRAN MERCADO DEL MUNDO


Hoy en día todo se compra y se vende,  nada está a salvo de las garras del mercado: la salud, la educación, la cultura, el medio ambiente,  los trabajadores, el agua, el sol, las semillas, el genoma humano, la vida misma está en venta. Todo se reduce a mercancía y la economía y la política están al servicio del mercado y no de la ciudadanía. Somos rehenes de Europa y del mundo, no nos dejarán libres a menos que paguemos la deuda, nos hemos convertido en su mercancía, tenemos un precio; La Deuda. Prueba de ello es la reforma del artículo 135 de nuestra Carta Magna, un engendro que nos pone una camisa de fuerza y que fue gestado y parido en Bruselas a espaldas de la ciudadanía, con la complicidad de dos partidos PSOE y PP, dos partidos que han modificado la Constitución sin un Referéndum, así por las buenas, en tiempo record, con una sola excusa: La Crisis.  La crisis que lo justifica todo y que ha servido para que unos pocos se hayan enriquecido obscenamente  y el resto la mayoría haya perdido  casi todos sus derechos sociales, el cuento del Lobo ha funcionado, el miedo ha entrado en estos últimos años en las casas de los ciudadanos, el miedo a estar todavía peor.

 La receta para salir ha sido recortar nuestros derechos, al mismo tiempo que las grandes empresas aumentaban los suyos, las desigualdades se han disparado hasta ser insoportables, hay una fractura social, se ha quebrado el Estado Social y ha sido usurpado por un Estado Neoliberal, que a algunos  puede que les suene bien, pero  que se fundamenta en tres  peligrosos principios : Libertad de inversión, libertad de movimiento de capital y libertad para vender cualquier cosa en cualquier lugar del mundo. Me pregunto ¿dónde quedan las personas, sus derechos sociales?  ¿Qué mundo hemos creado? ¿Qué mundo aspiramos a tener? ¿Qué estamos dispuestos a hacer los ciudadanos para cambiar este mundo?

 Las decisiones más importantes en política han dejado de tomarse en el ámbito nacional para pasar al ámbito supranacional  con escaso control por parte de la ciudadanía, y por si fuera poco los partidos que nos han representado en las últimas legislaturas mandan a un retiro dorado a sus parlamentarios como si de un cementerio de elefantes se tratara, a menudo se reparten los cargos entre familiares, se dejan engatusar por los grandes grupos de lobbies que representan a las grandes multinacionales y las puertas giratorias  cambian sus bisagras constantemente, sin cesar.

En estos momentos se negocia a puerta cerrada un tratado de libre comercio entre EEUU y la UE, el TTIP (Acuerdo Trasatlántico para el Comercio y la Inversión), le llaman el tratado vampiro (porque no se negocia a la luz)  y pretende poner a las grandes multinacionales por encima de la Soberanía Nacional, nos están cocinando un nuevo orden mundial: primero las grandes multinacionales, segundo las instituciones supranacionales (FMI, UE…) tercero los Estados. Ya tienen la agenda establecida y juegan con las cartas marcadas.

Montesquieu en el siglo XVIII, ya decía “Todo poder que no tenga límites, no puede ser legítimo” es necesario poner límites y en consecuencia, propone el reparto  y la separación de los tres poderes, Legislativo, Ejecutivo y Judicial. Conviene recordarlo ya que el Gobierno de Rajoy no para de hacer incursiones en los otros poderes sobre todo en el Judicial, haciendo que se tambalee, el necesario equilibrio de poder. Y me pregunto cómo casa esto con la imposición de este nuevo orden mundial en el que las multinacionales están por encima de todo? ¿Quién le marcará los límites a su ansia voraz de obtener beneficios? ¿Soportaremos los ciudadanos la gran regresión de los derechos sociales y laborales que nos tienen preparada? ¿Soportará nuestro Planeta el saqueo,  la destrucción y manipulación constante  de los recursos naturales?

Estos son los grandes retos a los que nos enfrentamos, nos jugamos mucho y necesitamos un gobierno fuerte que no se venda y que ponga en primer lugar a los ciudadanos, necesitamos un gobierno de PODEMOS y es ahora, está en juego nuestro futuro y el de nuestros hijos y nietos, paremos ese plan perverso ahora, otro mundo es posible. Para terminar recuerdo las palabras de Sami Naïr, que me parece que describen a la perfección el espíritu de PODEMOS “Somos los hijos de un ideal igualitario, democrático y tolerante de la humanidad y presentamos batalla por la dignidad de los pueblos, por el respeto a la diversidad cultural, por el cumplimiento de los derechos de las personas, por las directrices que guían no solo nuestro comportamiento, sino más aún nuestro pensamiento”.

ANTONIA MARTÍNEZ MORENO.

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