2015 EMPIEZA EL CAMBIO
El 2014 será recordado como el año en el que la mayoría maltratada nos liberamos de la resignación, del “no se puede hacer nada”, y dimos un buen susto a los privilegiados. Les dijimos que somos ciudadanos y no siervos, que tenemos derecho a tener derechos, que hay que corregir unas políticas injustas e ineficaces que aruinan nuestro país, venden la soberanía, bloquean el futuro y empobrecen a la gente. Unos pocos, los de siempre, se pusieron nerviosos: creyeron que la política era sólo suya, olvidaron que no hay democracia sin pueblo. En mucha gente, sin embargo, creció la ilusión: los ciudadanos podemos.